
Los antojos nocturnos de comida tras una noche de fiesta y alcohol no sólo pueden atribuirse a la actitud negligente de estar borracho -ya sea poco o mucho-, sino que más bien responde a complejos factores subyacentes en el cerebro. Así lo atestigua el último estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Escuela de Departamentos de Medicina y Neurología de Medicina de la Universidad de Indiana (EE.UU.) que concluye que beber mucho...