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Pasalo todo, no llamés la atención". Eso decía el papel que en un joven en silla de ruedas le entregó al empleado de una joyería en Canela, Brasil.
El encargado del comercio no se asustó, ya que creyó que se trataba de algún juego o un pedido que no podía comprender de parte del individuo que presentaba seria discapacidad motora.
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