Que tus células de grasa o adipocitos empiecen a quemar calorías como bellacas o conserven con recelo sus depósitos de sebo depende, en gran medida de la temperatura. Cuando la temperatura desciende, algunas células encargadas de almacenar la grasa liberan parte de su energía en forma de calor por orden del cerebro, que libera norepinefrina. Pero además los adipocitos tienen un mecanismo directo para quemar calorías si el entorno se enfría, según acaba de revelar un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard (EE UU) publicado en la revistaPNAS.
En experimentos con células de grasa blanca y parda en el laboratorio, Bruce M. Spiegelman y sus colegas comprobaron que al mantener la temperatura entre 27ºC y 33ºC estas células duplican los niveles una proteína llamada UCP1 que les empuja a desprender calor y energía (proceso de termogénesis), quemando sus reservas. Dicho de otro modo, las células grasas detectan por sí solas el frío y reaccionan ante él quemando grasas sin necesidad de que el cerebro u otro órgano les den ninguna orden. El hallazgo podría dar lugar a nuevos tratamientos contra la obesidad y otras enfermedades metabólicas.
Fuente: muyinteresante.es
En experimentos con células de grasa blanca y parda en el laboratorio, Bruce M. Spiegelman y sus colegas comprobaron que al mantener la temperatura entre 27ºC y 33ºC estas células duplican los niveles una proteína llamada UCP1 que les empuja a desprender calor y energía (proceso de termogénesis), quemando sus reservas. Dicho de otro modo, las células grasas detectan por sí solas el frío y reaccionan ante él quemando grasas sin necesidad de que el cerebro u otro órgano les den ninguna orden. El hallazgo podría dar lugar a nuevos tratamientos contra la obesidad y otras enfermedades metabólicas.
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