1. Tiene más profundidad de lo que pensábamos
Siempre hemos pensado que el clítoris era el extremo superior de la vulva pero estábamos totalmente equivocadas. Este órgano se extiende hacia el interior y cuenta con toda una estructura de ramificaciones, nervios y piel.
2. Se le atribuye erróneamente el nombre de punto G
En realidad, el punto G no se corresponde solo con el órgano externo que vemos. Numerosos estudios avalan que nuestro cuerpo sufre cambios durante el sexo. Con la fricción, las paredes vaginales y las ramificaciones nerviosas del clítoris se excitan y, por ello, se tiende a pensar que el clítoris es el punto G.
3. No toda la estimulación del clítoris es placentera
Este órgano sexual cuenta con más de 8.000 terminaciones nerviosas y, por ello, los orgasmos femeninos son más intensos que los de los hombres. Sin embargo, esto puede jugar en tu contra ya que no toda estimulación genital puede llegar a ser placentera.
4. Puede variar en tamaño y grosor
Al igual que el pene, nuestro clítoris puede tener diferentes tamaños. Cualquier forma y medida es normal, a menos que experimentes dolor cuando lo estimules. En ese caso, debes acudir al ginecólogo para que lo examine.
5. El tamaño y el placer no están unidos
Por mucho que tu clítoris sea pequeño no quiere decir que sientas menos placer que si fuese más grande. Eso depende de la estimulación y de tu apetito sexual, nunca del tamaño o forma de este órgano.
6. No todos los orgasmos dependen de él
Hay mujeres que solo experimentan placer y llegan al clímax si se les estimula el clítoris. Otras, en cambio, no consiguen llegar al orgasmo sin penetración. Cada mujer es un mundo y, para descubrir qué les produce placer, necesitanexperimentar.
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