Con el pasar de los años, mientras más conocía a gente exitosa, mas me daba
cuenta de lo que mi padre intentaba hacerme entender siempre que me hablaba de
“dar lo mejor”, y nadie podrá dar lo mejor de sí mismo cuando lo que hace no le
proporciona orgullo y satisfacción.
Aquí dejo algunas claves o tips que te ayudaran a elevar tu
efectividad:
Se proactiv@
El proactivo no se detiene, visualiza el resultado de su
acción mientras va tras el objetivo. Es imprescindible tomar la iniciativa, querer hacerlo. Si te si
te cuesta dar ese imprescindible paso, detente a pensar por un minuto lo que
obtendrás tu si lo haces, el beneficio de hacerlo.
Pasión por lo que
haces
No hay nada más aterrador que caer en la monotonía o,
todavía peor, no ser capaz de ver mas allá de la rutina en lo que hacemos. Para
mejorar cada día tienes que abrazar cada día como la primera vez, entusiásmate
de tu trabajo cada mañana. Busca y detecta aquello que de verdad te apasiona.
Céntrate en lo
pequeño
Buena parte del éxito reside en hacer muy bien las pequeñas
cosas cotidianas. Muchas veces creemos erróneamente que lo pequeño no es lo
esencial, solo lo que tiene una cierta magnitud lo es. Estampa toda tu ilusión
y creatividad en algo pequeño, y la suma de esas cosas hará que lo que haga
tenga mayor calidad.
Conoce tus aptitudes
Conviértete en un experto en las aplicaciones o herramientas
que manejas a diario. Dominarlas por completo te ayudara a: terminar antes,
porque serás más eficiente lo que hagas tendrá seguro más calidad, porque aprenderás
como aplicar efectos más sorprendentes o utilizaras técnicas más avanzadas.
Cuando conocemos nuestras herramientas, sus beneficios se convierten al
servicio de nuestra creatividad.
Fíjate metas reales
Para mejorar cada día, hay que trazar objetivos, pero por
encima de eso, es fundamental que sean reales, factibles. Muchas personas se
derrumban por que se proponen metas inalcanzables. Recuerda, los rompecabezas
se arman pieza por pieza.
No temas lo nuevo
Hacer algo de una forma invariable, todos los días del año,
es pasaporte directo al país del hastió. ¡Justo lo contrario de lo que
perseguimos! Prueba nuevas formas de hacer las cosas, aplicaciones, investiga
un poco, cambia el orden en que haces tus tareas, el método. Trata de ser
creativo con el modo en el que trabajas, en el modo de tratar a tu pareja, a
tus hijos: es muy posible que consigas mejorar más y el resultado será mejor.
Saborea tu trabajo
Esto tiene mucho que ver con la pasión que le pones a lo que
haces. No hay nada más injusto contigo mismo que hacer algo, hacerlo muy bien y
ni siquiera saborearlo. El disfrutar tu trabajo, tu vida, tu familia, es la
mejor recompensa que obtendrás. Si te animas a seguir mejorando, a aprender e
innovar.
Visualiza tu éxito
De igual manera saborea los pequeños avances y sobre todo
visualiza el éxito del proyecto a futuro, no importa si tarde meses en llegar.
Recuerda, la excelencia requiere tiempo.
Disfruta de ti mismo
La satisfacción personal, la autoestima y la ilusión que te
genera algo bien hecho, deben provocar que celebres por ti mismo. Muchos
podremos motivarte, pero el primer paso debes darlo tú. ¡Atrévete a marcar la
diferencia! Pon lo mejor de ti.
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