viernes, junio 21, 2013

Samsung Galaxy S4 Mini


La fórmula "mini" ha estado proporcionando jugosos réditos a Samsung. Después de todo, no son pocos los usuarios dispuestos a adquirir un móvil capaz, pero que al mismo tiempo no quieren saber nada de romperse los bolsillos (literal y figuradamente) adquiriendo el modelo más grande y caro del momento. Terminales como el Galaxy S III Mini demostraron que hay clientela de sobras para este tipo de teléfonos a los que ahora se suma el nuevo Galaxy S 4 Mini.

Como sucedió con los modelos precedentes, a pesar de las apariencias el Galaxy S 4 Mini no es una versión encogida del Galaxy S 4 de tamaño completo. El nombre, lógicamente, le viene de su pantalla qHD AMOLED de 4,3 pulgadas (como si 4,3 pulgadas fueran poca cosa...), aunque también podría estar justificado por las prestaciones de su hardware, que integra un procesador dual-core a 1,7 GHz, 1,5 GB de RAM, 8 GB internos ampliables mediante tarjetas microSD y dos cámaras integradas, con 8 y 1,9 megapíxeles. Está lejos de ser un modelo de gama baja, pero también de equipararse con el móvil en el que se inspira.



En caso de que te lo estés preguntando, el Galaxy S 4 Mini se siente en las manos casi igual que su hermano mayor. Su carcasa recurre una vez más a ese plástico ligero que tanto le gusta a Samsung, posiblemente tanto por una cuestión de ahorro de costes como de reducción de peso (el teléfono se queda a las puertas de los 110 gramos), aunque es necesario decir que la sensación de calidad percibida es relativamente elevada, sin que se aprecie una flexión excesiva de las piezas ni parezca que puedan soltarse con el paso del tiempo. Un poco menos positivas son las vibraciones transmitidas por los detalles en falsi-metal, que deslucen el conjunto con una cierta sensación de "quiero y no puedo".

Si lo que te preocupa es la pantalla, tenemos buenas noticias. Aunque es cierto que sus 960 x 540 píxeles quedan muy lejos de la resolución del Galaxy S 4 "de verdad", comprimidos en las 4,3 pulgadas del Mini no dan un mal resultado. La pixelación no resulta excesiva ni en gráficos ni en texto, y la tecnología OLED se encarga de proporcionar imágenes con un elevado nivel de contraste (aunque tal vez la imagen tienda hacia tonos verdosos o azulados).



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